Melasma: guía completa
El melasma es una afección cutánea que aparece generalmente en el rostro como manchas de color marrón o gris y tiende a afectar más las pieles femeninas que las masculinas.
Lo primero es entender que existen dos tipos: el melasma dérmico y el melasma epidérmico. Estas dos clases cubren un amplio espectro de tipos de pieles y factores causantes que te contaremos a continuación:
Melasma dérmico: Presenta manchas de color pardo-gris y se caracteriza por superficial, es decir, se nota a simple vista, se acentúa.
Melasma epidérmico: Presenta manchas de color café y se caracteriza por ser más profundo, es decir, se atenúa.
Para determinarlos, los dermatólogos utilizan una lámpara de Wood.
Las causas principales del melasma en las mujeres suelen ser cambios hormonales debido a la toma de anticonceptivos orales, embarazo o menopausia. Pero como también puede afectar a cualquier persona, en el caso de los hombres puede presentarse por predisposición genética, por tener piel más oscura o por la razón principal: la exposición al son sin utilizar bloqueador con un factor de protección alto.
Según recientes estudios, cualquiera de estos casos puede ser agravado por el uso excesivo de aparatos electrónicos o exposición frecuente a focos de luz.
Ahora la cura: Para reducir o eliminar estas manchas oscuras se utilizan varios tratamientos dermatológicos como la luz intensa pulsada, tratamiento con microagujas, peeling y exfoliación química. Pero antes de acceder a cualquiera de estos servicios debes tener presente cuál es tu tipo de piel, para evitar problemas futuros por la exposición a tratamientos agresivos, en caso de que sea una piel sensible