El melasma es un problema estético producido por un exceso de melanina que se identifica con manchas oscuras en mejillas, mentón, labio superior o cuello; puede afectar a cualquier persona, y sin duda, es un problema que puede tratarse de distintas formas.

Lo primero que hay que saber es que existen dos tipos de melasma y que ambos pueden aparecer en cualquier tipo de piel. El primero es el dérmico, que afecta la piel desde el interior; y el epidérmico, que afecta la primera capa de piel, siendo más notorio que el dérmico. Estos pueden provocar zonas de piel más oscura acompañadas de pequeñas manchas de color marrón. Su aparición se debe a factores de riesgo como el embarazo, la menopausia, enfermedades endocrinas y genética, y al poco cuidado que se le da a la piel del rostro, con el uso de cosméticos que irritan la piel, la exposición solar y la toma de anticonceptivos orales.

Además de la exposición solar también está la exposición a aparatos electrónicos que, aunque no provocan melasma, sí pueden empeorarlo. Por eso lo más recomendable para cuidar el melasma es utilizar diariamente un bloqueador solar con un factor de protección +50 y proteger la piel de los rayos del sol y las luces de computadores, tabletas o celulares, pues ya diagnosticado el melasma todo cambio cuenta.

Así pues, además de utilizar bloqueador solar con un factor de protección adecuado y evitar la exposición solar y la exposición a aparatos electrónicos, te recomendamos evitar la toma de anticonceptivos orales y el uso de cosméticos que puedes irritar tu piel, ya que tu piel merece siempre lo mejor y el melasma se detecta cuando ya está avanzado.